ENTREVISTA JAVIER GARCÍA-BERNAL
El presidente de Apromes, Javier García-Bernal, desarrolla un intenso trabajo en el sector asegurador, pero también tiene tiempo para abordar otras actividades en el terreno jurídico y como escritor.
¿Puede darnos detalles de sus dos primeras obras?
De siempre mi personaje histórico es el Rey Alfonso XIII. Tras años de investigación sobre su figura como regente, me decidí a escribir tratando de entender cuáles fueron los motivos que le obligaron a tomar la decisión de su exilio el 14 de abril de 1931, dando paso de ese modo a la llegada de la segunda República. Los libros hablan precisamente de las etapas históricas comprendidas entre los años 1931 y 1932.
¿Y qué le ha movido a escribir su último libro?
Principalmente, lo que he investigado acerca de Alfonso XIII, son los motivos de su exilio el año 1931 y el golpe de Estado del 10 de agosto de 1932, llamado la ‘sanjurjada’. Ciertamente, siempre me atrajo la figura de este Rey. Comencé a escribir sobre el atentado el día de su boda en 1906 y, de ahí, investigué hasta su salida de España. Concretamente, como explico en la introducción, empecé a madurar la idea de tratar de investigar si la salida de este monarca se debió a algún motivo, principal o coadyuvante, diferente a los conocidos hasta ahora, obligándole a tomar la decisión de exiliarse a Francia, para años después y hasta el final de sus días, vivir en Roma.
¿Qué enseñanza le queda de la escritura de sus tres primeras obras?
Como comentaba, sin lugar a duda, abordar estos retos me ha permitido adentrarme en parte de la Historia de España. En concreto, en el periodo que va desde el nacimiento de Alfonso XIII, en 1886, hasta su salida al exilio en el año 1931.
¿En base a qué fuentes se ha documentado?
He recurrido a fuentes muy diversas que han ido desde consultar bibliografía sobre el Rey y otras personas que aparecen en la obra, hasta documentación militar y algún archivo privado. Todo ello sin olvidar los testimonios aportados por algunas personas cuyos familiares estuvieron cerca de Don Alfonso XIII , en aquella época.
¿Qué van a encontrar los lectores en su nuevo libro?
El 14 de abril de 1931, como dijo el periodista Jose María Carretero, “El Caballero Audaz”, los políticos no se jugaron el manto de un monarca, sino la piel de una nación. El lector va a encontrar una línea deductiva de investigación que conduce a una posible salida de Don Alfonso XIII al exilio, en la que tuvieron que ver militares de máxima graduación. El libro encierra intrigas y ambiciones políticas.
¿Cuál es su principal público objetivo?
El libro va dirigido a quienes tengan interés por conocer algo más sobre la etapa de cambio político de Monarquía a República, y del golpe de Estado del 10 de agosto de 1932, incorrectamente denominado, desde mi punto de vista, como la ‘sanjurjada’.
En esta etapa de mi vida, el hecho de poder adentrarme en la figura de Alfonso XIII, me anima a seguir investigando y, por ello, me gustaría aportar algo a estudiosos y universitarios sobre la época de su exilio y a todos aquellos, que quieran conocer algo más sobre esta apasionante parte de la Historia de España.
¿Cómo definiría al Rey Alfonso XIII?
Un Rey que vivió una época muy difícil. Se ha escrito mucho hoy en día pero, generalmente, sobre su vida personal y muy poco sobre su vida de regencia y sobre hechos importantes; entre alguno de ellos, el pabellón humanitario, que salvó tantas vidas durante la Primera Guerra Mundial.
¿Qué hechos importantes destacaría en su vida que condicionaran o fueran clave para nuestra realidad actual?
Siempre buscó el bien de España. Fue un Rey que persiguió siempre la unidad de todos los españoles. Aceptó la Dictadura de Primo de Rivera de 1923, para evitar precisamente una clara dictadura. Creo que, después de esa dictadura, pensó en la aprobación de una nueva Constitución, moderna y participativa, pero no le dio tiempo.
Bajo el mandato del Almirante Aznar, se esperaban unas elecciones generales en mayo de 1931. No se comprende el motivo por el que, entre Aznar y Romanones, decidieran adelantar al 12 de abril unas elecciones locales, que dieron al traste con el gobierno legítimo en ese momento, como era en la Monarquía.
En esas elecciones, en alguna de las grandes capitales, ganaron los partidos no monárquicos, aunque, en general y por diferencia, ganaron los monárquicos en España. A partir de ahí, los días 12 y 13 fueron clave, le dejaron prácticamente solo, sin el apoyo político y, muy especialmente, el militar y de la guardia civil. Por ello, decidió salir de España, pensando que no tenía ya el afecto de pueblo. Algo que le hicieron ver y que no era cierto. Al no contar con el apoyo del consejo de ministros, a excepción de De la Cierva, no tuvo más remedio que abandonar España la noche del 14 de abril de 1931 para, inicialmente, residir en Paris y, años después, hasta su muerte en 1941, en Roma.
Situándonos en la época actual y con sus conocimientos y reflexiones, ¿considera usted que hoy la Monarquía está atravesando una etapa histórica complicada?
Lo está. Eso está claro. Pero tenemos un gran Rey y ejerce con coherencia e igualdad su papel. La pluralidad y las ideologías diversas son necesarias en democracia, es la gran riqueza del sistema político que aprobamos en 1978. Ahora bien, todos tenemos que tener en cuenta que jugamos en un mismo tablero que se llama Constitución, donde hay derechos, pero también obligaciones, precisamente por existir unas normas políticas y de convivencia, todos los que acceden al ejercicio de sus responsabilidades, es gracias a esas reglas.