EL HABLA DEL VINO

Celebrando un idioma universal

El vino habla con voz poderosa,
hablando ha estado desde
milenios atrás, antes, incluso,
de que el hombre le conociera.

Con su habla única, pilar sólido fue
para edificar la Torre de Babel y tras
la confusión de los idiomas, el vino
continuó hablando en todos ellos.

Hablar sin palabras es su secreto, sólo
un sorbo es necesario para compartir
su vida y de la fusión de vidas, brota
la comunicación entre sus amantes.

Universal es el habla del vino, a los cinco
sentidos llama, a la vista para contemplar
su color, al olfato para aspirar su aroma,
al gusto y tacto para degustar su esencia

y el oído es necesario para escuchar
pareceres y alabanzas de cuantos cautivos
de sus mensajes, a su mente ordenan
el deleite de saborear una vida compartida.

Existen por el mundo terrenos singulares
con viñas excelentes y famosos vinos,
el vino de la Rioja, no encuentra parangón
con ningún vino de otros lugares.

A lo largo de los siglos, el habla del vino
convenció a los campesinos riojanos
a poner en letra su propia lengua,
en San Millán mostraron su castellano escrito.

No es de extrañar que nuestro poeta
Berceo pidiera como pago de sus versos
un vaso de buen vino, en la Rioja, el habla
de nuestro vino, en la vida lo expresamos.

Santiago Rupérez