El Paisaje Cultural de la Viña y el Vino de La Rioja y Rioja Alavesa, en la lista tentativa de la UNESCO (I)
Para ser declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, se deben cumplir con una serie de condiciones y criterios para poder ser reconocidos por la Organización.
Si se continua con el proyecto de levantar torres eléctricas de alta tensión, el Paisaje Cultural de la Viña y el Vino de La Rioja y Rioja Alavesa, jamás conseguirá el nombramiento.
Fundamentalmente, se debe a que el proyecto presentado en su momento a la UNESCO, carecería de las características y los criterios que se propusieron en su momento, ya que se estaría alterando dicho paisaje.
Justificación del valor universal excepcional
El Paisaje Cultural de la Viña y el Vino de La Rioja y Rioja Alavesa responde a la definición y características aplicables a los paisajes culturales:
-Existe un proceso de asentamiento humano en la región durante muchos siglos y un continuo intercambio de culturas, adaptándose y aprovechando las oportunidades que ofrece el medio natural en una acción conjunta entre el hombre y la naturaleza.
-Este asentamiento continuo en torno a la actividad clave de la viticultura y la elaboración del vino ha dejado huellas y manifestaciones en el terreno que aún hoy se pueden encontrar en el paisaje.
-Se asocia al desarrollo e implementación de una serie de técnicas tradicionales que han permitido la integración y adaptación del ser humano en un medio natural específico que ha sido adaptado a nuevas necesidades dentro de un criterio de desarrollo económico sostenible, preservando el equilibrio esencial entre el hombre y su entorno.
-Características geográficas y climáticas únicas y óptimas para el cultivo de la vid, proceso que podríamos definir como diversidad dentro de la unidad.
-Es un paisaje en constante evolución impulsado por la necesidad social y económica de supervivencia en el medio, que conserva su función social en la sociedad actual y ha experimentado una constante evolución a lo largo del tiempo. Así, el paisaje de La Rioja ha pasado por diferentes fases que se han descrito anteriormente. Una acción constante, atemporal, que ha tenido lugar sin interrupciones y que ha permitido que se produzca un diálogo definido por la vid y el vino entre el hombre y su entorno.
A lo anterior se suma la destacada calidad visual del paisaje: variedad de desniveles y picos, el telón de fondo de la Sierra de Cantabria, la presencia del río Ebro y sus meandros, el espectro de perspectivas, la gama cromática, la integración de espacios urbanos y ausencia de elementos industriales o actividades mineras significativas. Un buen ejemplo es la espectacular variedad de colores diferentes a lo largo de las estaciones.
Y, finalmente, la comarca cuenta con un rico patrimonio cultural que se ha ido forjando a lo largo de los siglos y ha dejado huellas que nos permiten interpretar todo este paisaje en evolución como testimonio físico o intangible de este proceso.
Este testimonio incluye abundantes vestigios neolíticos de la Edad del Bronce y del Hierro; restos de época romana, la conservación de las primeras ermitas, los monasterios, los pueblos medievales abandonados, restos románicos, castillos y bastiones, las bodegas (ya mencionadas en el archivo documental medieval), y los ‘barrios de bodegas’ que datan de al menos el siglo XVI, los núcleos urbanos bien conservados, los puentes y la red de carreteras, las bodegas centenarias que surgieron junto a los cambios en la viticultura riojana en el siglo XIX.
Se trata, pues, de un paisaje que ha evolucionado como consecuencia de la necesidad social y económica, con una capacidad de adaptación que va más allá de las condiciones administrativas, y que conserva su función social en un proceso evolutivo continuo que se puede leer desde el paisaje.
A la hora de determinar la zona de la comarca propuesta, se ha tomado como referencia lo que algunos autores denominan el ‘rombo histórico’ del vino de Rioja: Logroño, Laguardia, Haro y Nájera. Esta comarca es el máximo exponente del paisaje vitivinícola de Rioja.
La propiedad está definida por:
- Su unidad conceptual
- Su evolución histórica
- El papel clave de los viñedos
- El río Ebro como eje
- Aspectos geográficos
La zona de amortiguamiento en este caso no es exclusivamente una zona perimetral protectora, sino que también cuenta con algunos valores importantes que complementan y también ayudan a interpretar correctamente la zona núcleo, haciendo una contribución esencial a la integridad y autenticidad del Paisaje Cultural de la Viña y el Vino de La Rioja y Rioja Alavesa, por lo que es fundamental no poner ninguna traba para que la candidatura siga adelante y pase a engrosar la Lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO por tener suficiente entidad, y poder estar en la misma lista que otras propiedades.
Otras propiedades similares que ya están declaradas por la UNESCO son las siguientes:
Portovener, Cinque Terre y las islas de Palmaria, Tino y Tinetto en Italia, los viñedos de Saint Emilion en Francia, Wachau en Austria, Tokaji en Hungría o Alto Duero en Portugal.
Sin embargo, estas no son ciertamente las únicas áreas donde se ha desarrollado la cultura del vino.
Hay muchas regiones europeas en la Península Ibérica, Francia, Alemania, Austria, Italia, Grecia, Rumanía, Bulgaria, República Checa y Eslovaquia donde el vino se ha convertido en un referente cultural.
Podría agregar muchos otros lugares de la Tierra a esta lista: Estados Unidos, México, Argentina, Chile, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica.
Criterios para la elección
Criterios (ii): El valle del Ebro siempre ha sido un lugar de paso y encuentro. A lo largo de la historia, muchos pueblos y culturas han pasado por este corredor geográfico y cultural.
A las razones más generales que han hecho del Valle del Ebro un espacio de convivencia, hay que sumar también La Rioja Alavesa y la cultura del vino de La Rioja como atractivo para esta zona en particular. Este paisaje excepcional, que hoy podemos comprender e interpretar a través del hilo conductor que es el mundo del vino, nació a través del desarrollo de las interrelaciones entre culturas, la aceptación paulatina de las nuevas técnicas y conocimientos enológicos, la necesidad de solucionar problemas económicos y sociales. problemas, la influencia de monasterios y mansiones, la aplicación de leyes y normativas que van desde las leyes estatutarias medievales hasta las normativas del Consejo de Vigilancia de hoy o la Política Agraria Común ya través del compromiso inquebrantable de las personas con el espacio que las rodea. Es un paisaje excepcional y único, un espacio que representa lo que ha sido una evolución compleja a lo largo de la historia.
Criterio (iii): El paisaje de viñedos proporciona un escenario excepcional, que da testimonio de la importancia de la tradición vitivinícola, que se ha desarrollado de acuerdo con una convivencia equilibrada entre tradición y desarrollo. Hoy, es una realidad cultural y social vibrante, una cultura que ha evolucionado a lo largo de los siglos y que sigue siendo real hoy. Un elemento cultural que dio lugar a una cultura que traspasa las fronteras políticas y / o administrativas y mantiene una dinámica permanente de compromiso con su pasado, dejando constancia del proceso evolutivo que, a lo largo de los años, ha creado el rico mosaico del paisaje aquí presentado. La historia deja su huella en el paisaje, en un ejemplo excepcional de la adaptación y estructuración de un territorio a lo largo del tiempo, reunido hoy en este vibrante paisaje cultural.
Criterios (v): Desde hace casi 2000 años, La Rioja y La Rioja Alavesa están vinculadas al cultivo de la vid y la vinificación. El resultado es un paisaje cultural atractivo y complejo, construido sobre la actividad agrícola y la transformación específica del espacio para tal fin. Si bien la economía se ha basado en una producción de este tipo, como ya se mencionó, esta actividad industrial se ha convertido, a lo largo de los siglos, en un verdadero elemento de la civilización de la zona.
Los modelos vinícolas han influido en la propiedad, la distribución de los asentamientos, la forma de las áreas urbanas, las tradiciones, los marcos legales específicos, las estructuras sociales, los sentimientos de la gente, la economía, la organización del espacio y las profesiones e industrias paralelas de la región.
En resumen, ha influido en la forma de vida de la región. Por tanto, podemos decir que el paisaje de La Rioja y La Rioja Alavesa es la culminación de un proceso ligado a una actividad que ha ido configurando la cultura y el entorno de la tierra. Sin embargo, la gran antropización histórica del territorio hace que el espacio y la cultura sean muy sensibles a posibles cambios futuros.
Si bien la vocación (y evolución) de la zona siempre ha estado ligada al movimiento, la realidad del siglo XXI obliga a gestionar la tierra con inteligencia, para mantener el equilibrio forjado a lo largo de los siglos y poner impedimentos como pueden ser los tendidos electicos.
Criterio (vi): Como se mencionó anteriormente, el vino y los viñedos que componen el paisaje de La Rioja y La Rioja Alavesa son una realidad vibrante. De hecho, se puede decir que esto es lo que marca el ritmo de vida en toda la tierra, en un espacio y sociedad cuya existencia gira en torno al vino.
La cultura del vino (el vino es cultura) que se encuentra en la zona propuesta surge como resultado de la adaptación, en el tiempo, de un espacio y la actividad de sus habitantes. Esto ha hecho que la cultura del vino se convierta en la cultura de la tierra: no se puede entender una sin la otra, ni hoy ni a lo largo de la historia. Esta tradición cultural del vino también aporta características únicas y diferenciadoras que dotan a la región de una identidad propia en el panorama vitivinícola mundial.
Los gobiernos de La Rioja y el País Vasco muestran poco interés
Los gobiernos de La Rioja y del País Vasco enviaron la propuesta al Gobierno de España a través del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y este presentó la candidatura el 29 de enero de 2013, por lo que, casi ocho años después, los dos gobiernos autonómicos debieran preocuparse más para que el Paisaje Cultural de la Viña y el Vino de La Rioja y Rioja Alavesa obtenga lo antes posible la declaración de la UNESCO, por la importancia cultural, turístico-cultural, natural y gastronómica, que tiene estar en la Lista del Patrimonio de la Humanidad.