SUEÑOS DEL ESCAPISMO

Al pueblo que vive en pena.

Sueños hay que nadie sabe
cómo fueron invitados,
pero alojados siguen
en el palacio de la memoria.

Sueños sin realidad alguna,
pero que ocultos permanecen
en las insondables celdas
a las que la luz no llega.

Sueños tan cautivadores
que, en nuestra torpe codicia,
existencia les donamos,
pensando que están bien vivos.

Sueños tan intensamente atractivos
que reclaman una vida
que sólo sea un sueño
privado del despertar.

Sueños para justificar
escapismos de toda índole,
solapados destructores
del bienestar común.

¡Trágica condición humana
cautivada por las sombras
que, en la ausencia de la luz,
se esfuerza por dominar!

¿A dónde caminas, hombre?
¡Despierta de tanto ensueño!
Con una visión compartida,
no hay tinieblas tenebrosas.

Santiago Rupérez Taipéi, 29-4-2020