ENTREVISTA A YOHANA SOLDEVILLA

Creo que coincidí con Yohana, por primera vez, en un concurso hace unos doce o quince años. Aguado y yo estábamos de jurado. Era un concurso de pintura rápida de esos que se realizan en las fiestas de los pueblos. Esta vez era Logroño, también creo que fue por san Bernabé, pero pudo ser por san Mateo. Aguado y yo, antes de tomar una decisión, recorrimos los puestos, viendo a todos los participantes. Ella estaba en la calle Marqués de Vallejo, pintándola con las torres de la Redonda al fondo. Me impactó la soltura y agilidad que tenía para pintar. No recuerdo si aquella vez se llevó algún premio, pero el cuadro se lo merecía. Luego he coincidido con ella en unos cuantos concursos de pintura rápida, ella siempre de concursante y yo de jurado. Es una asidua a ellos y la verdad que tiene un notable éxito. Cosecha más de 60 premios, no solo en La Rioja, ya que se mueve también básicamente por el País Vasco y Navarra. El último premio en que coincidimos fue en Entrena, donde se llevó el primer premio.

Estudió en la Escuela de Arte de Logroño el bachillerato artístico y luego diseño. Fue una alumna aventajada de mi querido y recordado amigo Paco Hidalgo. También asistió al estudio de José Antonio Aguado. Aun así, ella tiene un estilo personal y equidistante entre sus maestros.  

Yohana, ¿desde cuándo te empezó a interesar la pintura?

Comencé a tocar los pinceles de niña. Mi abuelo me regaló un caballete y me llevó con Paco Hidalgo, que me dio clases de mis 9 a 15 años, creo. Hago exposiciones desde los 12. Como verás toda mi vida ha estado ligada al mundo pictórico.

¿Qué aportó a tu actividad pictórica tu paso por la Escuela de Artes de Logroño?

Apenas nada, así de claro. Bueno, sí es verdad que me aportó confianza en mi misma y lograr el aprobado. No deja de ser un peldaño dentro de este mundo del arte.

Estuviste en el estudio de dos grandes artistas riojano: Aguado e Hidalgo. ¿Cómo influyeron en tu pintura?

Ver la naturaleza como una obra pictórica, con respeto al color y a la mezcla. También dejar que el espectador participe del «no-dibujo». Paco me enseño todo sobre el impresionismo. Era un gran pintor y un gran maestro. En cuanto a Aguado, hemos tenido algunas colaboraciones comerciales y aprendí a ver la obra terminada como un objetivo satisfactorio.

¿Qué premios o distinciones tienes en tu haber?

Premio nacional de Noja, Tudela, Hondarribia, Elizondo… tengo más de sesenta premios en concursos de pintura rápida, concursos que me han ayudado en las búsquedas del estilo, la concentración, los límites propios… Los concursantes de pintura rápida han evolucionado y últimamente es un escaparate artístico a nivel nacional, hay una  calidad muy alta, absolutamente top.

¿Qué exposiciones tienes en tu curriculum?

Creo que no me he preocupado mucho hasta ahora en exponer. Pero en 2019 expuse en COGITIR y fue una gozada reunir a todos mis amigos pintores y como vino mucha gente, fue un éxito para mí. También me dio fuerza para exponer anualmente en la Sala de Cultura de Viana. A ella llega mucho público y peregrinos de otros lugares con inquietudes artísticas muy enriquecedoras. Individualmente destacaría eso, aunque también he expuesto colectivamente. Algunas de las exposiciones colectivas en las que he participado son: XXII Certamen Nacional de pintura ‘Ciudad de Calahorra’; el Salón de Otoño de Cenicero; ‘ENTREDESIGUALES’ en Burgos; el Molino de San Andrés en Pamplona, ‘5×5, Miradas de mujer’ en la Sala de Arte y Diseño Aguado de Logroño, y en el Memorial García Moreda, ‘Mazacote de barro’.

Y los proyectos futuros…

Disfruto al pintar,  lo necesito. Me gusta seguir aprendiendo y progresando mi idea del arte,  sus formatos,  los materiales,  el entorno de la obra. La pintura para mí es algo muy serio, una huella entre tu experiencia y las cosas que pintas. Creo que soy de la vieja escuela pero hay veces que me salen cosas que no esperaba y me hacen evolucionar hacia lo contemporáneo.