MENSAJE DEL PRESIDENTE DEL CENTRO RIOJANO DE MADRID EN EL DÍA DE LA RIOJA Y SAN BERNABÉ

Queridos socios, queridos amigos y seguidores del Centro Riojano de Madrid. Me dirijo a todos ustedes por videoconferencia, dada la atipicidad de la situación que nos está tocando vivir y la importancia de las fechas en las que nos encontramos para todos nosotros. En primer lugar, espero y deseo que todos ustedes se encuentren bien de salud y que el ánimo no haya decaído después de tantas semanas seguidas de confinamiento en nuestros hogares. Han sido unos meses muy duros, muy difíciles para todos los socios del Centro Riojano, al igual que para el resto de los ciudadanos de nuestro país, fruto de la pandemia ocasionada por el Covid-19.

Antes de continuar, quiero tener una dedicatoria expresa para todos los socios, amigos y familiares del Centro Riojano fallecidos por el coronavirus, mi más sentido pésame y el de toda la Junta de Gobierno, en una crisis que nos ha afectado y golpeado muy directamente, llevándose consigo entre otros, a nuestro querido Javier Riaño, que fuera directivo de la entidad durante tantos años. A todos ellos, tendremos la oportunidad de recordarles y rendirles nuestro particular tributo una vez el panorama situacional lo permita.

Y como adelantaba, estamos ante unas fechas trascendentales para nuestra entidad. El 9 de Junio es el día de La Rioja, el día de la Comunidad Autónoma, un día festivo para todos los riojanos, fecha que conmemora la aprobación del Estatuto de Autonomía que data del año 1982. Posteriormente llegan las Fiestas de San Bernabé, fiestas patronales de Logroño, que fueron suspendidas oficialmente por el Ayuntamiento de la ciudad hace varias semanas, al igual que en tantos municipios de la región. Tanto una como otra fecha son motivo de celebración en el Centro Riojano de Madrid, en dos días que hacemos patria de nuestra tierra para reunirnos, brindar y hacer entrega de las tradicionales y archiconocidas Guindillas de Oro a distintas personalidades, premiándose sus méritos profesionales, su labor social y vinculación con La Rioja. Este año, no será posible su celebración, no podremos juntarnos como hubiera sido nuestro deseo para tomar el pan, el pez y el vino, elementos que rinden homenaje a la resistencia de los logroñeses tras el asedio de las tropas francesas a la ciudad en 1521. Este año tendremos que quedarnos con los buenos recuerdos que guardamos de festividades precedentes, y esperar con ganas, ilusión y mucha esperanza a que en el 2021 podamos reunirnos en torno a una mesa, y volver a vivirlas con el mismo anhelo y entusiasmo con que todos los años lo hacemos.

Soy consciente de que estas fechas sirven de reencuentro para muchos de nosotros, nos dan la posibilidad de vernos las caras con amigos, familia y con los diferentes galardonados que acuden en este día provenientes de diversos puntos de La Rioja. Este año, más si cabe, tenemos todos muchas más ganas de abrazarnos, yo el primero, de sentir ese calor y afecto que nos demostramos siempre que nos vemos y más aún, en un día grande de tales características. Mi personalidad me hace ser positivo, sabiendo que este día llegará pronto, y que, si en estos momentos no podemos hermanarnos en un acontecimiento de amplias dimensiones, tenemos mucha confianza y depositada una enorme expectativa de que podrá hacerse realidad en la otra gran festividad de la Casa, las fiestas de San Millán, que nos emplazan a honrar y demostrar nuestra veneración al Santo riojano a mediados del mes de Noviembre.

Trasladando la mirada hacia La Rioja, y después de haber atravesado esta pandemia, que acarreó inicialmente una profunda crisis sanitaria, y posteriormente ha derivado en una grave crisis económica y social en la que nos encontramos inmersos en la actualidad, quiero tener unas palabras de dedicatoria  en representación del Centro Riojano hacia todas las personas que han batallado este virus desde el inicio, y que han puesto todos los recursos necesarios para combatirlos: personal sanitario y personal de mantenimiento en sus distintas áreas de los hospitales, clínicas y centros médicos de distinta índole, así como a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y el Ejercito, que han realizado una brillante labor en toda la comunidad durante todo el estado de alarma, destacando el gran trabajo desplegado por los militares en las tareas de desinfección de distintas localidades riojanas así como en numerosas residencias de ancianos. Un esfuerzo muy meritorio y agradecido por toda la población, que ha tenido también su cara más sombría cuando conocimos el fatal desenlace de Jesús Gayoso Rey, teniente coronel del GAR (Grupo de Acción Rápida) de la Guardia Civil, fallecido víctima de la epidemia. En el Centro Riojano lamentamos y sentimos enormemente su pérdida, ya que de entre todas las condecoraciones que tenía por su brillante trayectoria profesional, contaba en su haber con el Escudo de Oro de nuestra entidad, máxima distinción que se concede, y que se le hizo entrega de la misma en Junio del 2017 en la Celebración de San Bernabé.

Tras esta crisis esperemos que nuestra patria chica centre todos sus recursos disponibles en alcanzar una rápida recuperación en el plano económico, en el sector empresarial, y se restablezca con éxito el turismo, uno de los principales motores de la región. La Rioja es una tierra solidaria, próspera y de grandes gentes. Debido al carácter, forma de ser de los riojanos y a su innata solidaridad puesta de manifiesto en multitud de ocasiones a lo largo de la historia, no tengo dudas de que se conseguirá reponer en un corto periodo de tiempo.

En cuanto a la reactivación de la actividad en el Centro Riojano, como bien ustedes conocen, estamos supeditados a la desescalada que se está produciendo por fases en España, y más concretamente en la Comunidad de Madrid. Tenemos que ser prudentes, y la apertura se irá realizando de manera muy gradual, para lo cual dispondremos de los mecanismos y protocolos correspondientes de actuación que permitan asegurar el distanciamiento físico de las personas en los actos y eventos que se organizan, además de garantizar las medidas de higiene o de prevención necesarias para poder acudir a los mismos, que nos permitan minimizar al máximo las probabilidades de infección entre los asistentes.

Para finalizar, deseo transmitirles nuestros mejores deseos en estos días llenos de tanta simbología para La Rioja, que no decaiga en ningún momento el ánimo en nuestras personas y que el optimismo por la recuperación de la normalidad ante la adversidad, sea nuestro punto de mira en el corto plazo. La única propagación a partir de ahora deben ser las ganas de reencontrarnos todos nosotros, muy pronto, en nuestro rincón favorito de Serrano 25.

Para ello, quiero hacer un brindis virtual con todos ustedes, queridos socios, queridos amigos y seguidores de la entidad, ¡Viva La Rioja, Viva San Bernabé, ¡y Viva el Centro Riojano de Madrid!