EL QUE FUÉ, ES Y SERÁ (2ª parte)
Reflejar toda la tauromaquia del niño de Gelves sería ardua tarea, pués aunque solo estuvo ocho años de profesión desde su confirmación en Madrid, José Gómez “Gallito” consiguió una colosal dimensión como lidiador y un gran número de contratos en las plazas. En este segundo capítulo reflejaremos algunos de los acontecimientos más relevantes en la profesión del Maestro.
La Tauromaquia de Joselito (1913-1916):
En la temporada de 1913 Jose Gómez “Gallito” toreó 80 corridas y cortó 53 orejas a 188 toros. De este año destacamos algunas de sus mejores faenas, por ejemplo la del 30 de marzo que toreó en Valencia alternando con su hermano Rafael y con “Bombita”. Se lidiaron reses de Tres Palacios bien cuidados, pero sin pizca de bravura. Fueron fogueados cuatro y solo Joselito estuvo a la altura. Además, “Bombita” se cortó en su dedo pulgar izquierdo entrando a matar al primero y no pudo continuar la lidia. Joselito se llevó del primero el apéndice y dio dos vueltas al ruedo. En su segundo, aunque no estuvo tan afortunado, consiguió ganarse al público con su valentía y le sacaron a hombros de la plaza.
En Córdoba toreó con “Machaquito” reses de la Viuda de Murube llenando la plaza a ambos lados. Esa tarde del 26 de mayo los diestros cortaron 5 orejas; 2 para el joven barbilampiño. Al día siguiente, el niño torero se llevó otras dos en la corrida de Palha.
La tarde del 5 de junio alternó en Madrid con Rafael “El Gallo” y Manuel Manolo “Bomba” que sustituía aFuentes, con 6 reses de la Marquesa Vda. del Marqués del Saltillo. Joselito consiguió su primera oreja en Madrid. El de Gelves realizó una faena excepcional destacando su primero de nombre “Jimenito”. Según las crónicas “Puso cuatro pares al quiebro, en el hoyo de las agujas. La faena de muleta empezó con un ayudado sin mover los pies, tres naturales, varios molinetes y, después de dos pinchazos, le asestó una estocada colosal citando a recibir y avanzando al toro cuando éste se arranca”. ¡Excepcional el muchacho!”.
En su debut en Bilbao, el 31 de junio, cortó dos orejas a astados de Guadalest en la corrida a beneficio de la Asociación de la Prensa.
El 30 de septiembre en Sevilla se despidió “Bombita”. Se lidiaron toros de D. Gregorio Campos y “Bombita” salió a hombros y fue llevado a su casa. “Gallito” recibió también la entrega del público y olvidó sus deplorables tardes anteriores. El cronista D. Eduardo Muñoz (N-N) escribió de aquella memorable tarde: “Un sol que muere. Otro que nace”. ¡Y cuánta razón tenía!.
1913 fue el año de su primera encerrona con 6 toros. Valencia, un 26 de octubre. “Gallito” se las vió con 6 reses de Guadalest y un sobrero que pactó con la empresa. El triunfo de “Gallito” fue grande e inmenso, siendo aclamado hasta bien entrada la noche a la puerta del Hotel Reina Victoria donde se hospedó. El resultado fue de 7 estocadas, 4 pinchazos y 5 orejas. Y para cerrar el resumen de 1913, mencionar la tarde de la despedida de “Bombita” en Madrid el 19 de octubre, alternando con los dos “Gallos” y con “Regaterín”. Salieron a hombros el de Tomares y el de Gelves, que también cortó oreja.
En 1914 toreó 76 tardes y pierde otras 40. Corta 77 orejas. Ese año hay que destacar la del 2 de mayo, que fue la primera tarde que “Gallito” toreó en Madrid con el “Pasmo de Triana”. Era la 3ª de abono y los toros de Contreras. Joselito cobró 7.000 ptas, Pastor y el otro Gallo cobraron 6.500 ptas y Belmonte 6.000 ptas. En su primero Joselito recibió un pitonazo que le abolló la medalla de la virgen que llevaba en su cuello. Dio la vuelta al ruedo. Al otro, marcado con el nº57 y de nombre “Azuqueco”, le cortó una oreja (la segunda en Madrid), y también dio la vuelta al ruedo. Belmonte estuvo pletórico en sus dos toros y el público pidió en fervor oreja de ambos, pero la presidencia no las concedió. Eso si, le sacaron a hombros hasta el coche.
Su tercera oreja en Madrid fue el 7 del mes siguiente. El morlaco se llamaba “Caramelo” y también de Contreras. Le banderilleó bien, brindó el toro a una niña y, después de una faena “aseá”, le dio un pinchazo y una caída. Se llevó un varetazo en el brazo izquierdo y se agarró medio minuto al pitón durante la faena de muleta. Famosa fue la fecha del 3 de julio, cuando Joselito se encierra por primera vez con 6 toros en la plaza de Madrid. La ganadería fue de los Herederos de D. Vicente Martínez. Para anunciar semejante evento se copió el prólogo que figuraba en el cartel del día de la alternativa de “Guerrita”. En el cartel original de 29 de septiembre de 1887 se leía:
“Lagartijo y Guerrita que alternará por primera vez en esta plaza “confiando más bien en la indulgencia del público que en sus propios merecimientos”.
Unos que si, otros que no, Joselito lo hizo bien. Despachó los 6 berrendos de Martínez y el sobrero (de la misma vacada) por petición popular. Al cuarto (Negro, cornigacho y pequeño, muy manso) le cortó oreja. En el quinto estuvo muy bien en su faena en tablas. Al sexto (negro y chico), le cortó el apéndice con cierta discrepancia por su estocada caída que mata. Se lo llevaron en triunfo. Esa misma tarde, Don Modesto le consagró “Papa de la Tauromaquia”. Así que, me he tomado la licencia de reflejar esta bella crónica para disfrute del lector:
“Se han abierto de par en par las puertas del Vaticano Taurino, anchurosos salones cuajados de gente, con sus embajadores a la cabeza, y en la antesala del trono todas las altas dignidades de la “iglesia taurófila”, con uniforme de gala, empolvadas las pelucas y perfumados los encajes de las taleguillas. Fuera, en la gran plaza de San Pedro, la multitud, está inquieta.
El vigía de la alta torre ha dado el grito esperado con tanta impaciencia. ¡El Papa llega! La gran campana dobla y la muchedumbre le saluda agradecida. ¡Ya está ahí! Grita el vigía. ¡Momento solemne indescriptible! Se abre aquel apretado círculo de carne humana, y penetra triunfante en la plaza el Papa sucesor de Ricardo II. En brioso caballo blanco, deteniéndole de fuerte tirón de las bridas y puesto en pie sobre las doradas estriberas, saluda a la multitud con una cálida sonrisa.
¿Qué pasó allí? ¡Yo quisiera que resucitase Miguelillo Cervantes o Luisillo de Granada, para ver si se atrevían a describir con sus mágicas plumas el grandioso espectáculo!
El nuevo Papa es muy joven, casi un niño. La multitud arrodillada y con los ojos en tierra como prueba de sumisión y acato, no ha visto aún el rostro del Soberano Pontífice. Se oye una voz, suave que clama: El dios Tauro me indica para ser su representante en la tierra. Yo os saludo y os bendigo: ¿Me aceptáis?¡ Sí! ¡Sí!, Sí! 20.000 gargantas gritaron a un tiempo. ¡Qué guapo y que rico es! murmuró una dama, suspirando.
A los acordes de una marcha triunfal, doblando las campanas, entre vítores, y aplausos entró el soberano Pontífice en el Vaticano Taurino. En el zaguán echó pie a tierra, y seguido de su cuadrilla, subió por las grandes escaleras de mármol. Caballeros, chambelanes, embajadores de todas las naciones astadas, damas de la más linajuda nobleza, se inclinaron a su paso. Con ademán resuelto entró el joven soberano en el salón del trono. Sentado en el sillón papal, el ex Papa Ricardo II, le aguardaba rodeado de su corte.
Al ver entrar a su sucesor se levantó y le tendió los brazos. Se abrazaron y en aquel solemne momento, los circunstantes lloraban de emoción. “Bombita” colocó sobre sus sienes la tiara papal, y seguido de su familia abandonó la estancia. Entonces vino el gran momento. El nuevo Papa puso la planta en la primera grada del trono, y volviéndose a los circunstantes, con la tiara en la mano, exclamó: ¡Va por ustedes! Y en 3 saltos, con el vigor y la fuerza de sus 20 años no cumplidos, asentó sus augustas posaderas en el sillón pontifical. ¡Viva el Papa! Yo soy Joselito I, proclamado el año anterior rey del toreo ¡Pues viva el Papa Rey! Y consagrado, quedó allí mismo por la afición entera entre aclamaciones en el primer cargo de la Tauromaquia. “Gallito” ¡PapaRey! 7 TOROS EN MENOS DE 2 HORAS del hierro de Don Vicente Martínez por este orden: 1º Comedido, 2º Descarado, 3º Barrabás, 4º Nevadito, 5º “Coralino” y 6º “Presumido.
“Joselito” llegó hasta las gradas del sillón pontificio con la sonrisa en los labios, fresco y desenvuelto, como quien se acaba de tomar en tarde de caliginoso estío un buen vaso de horchata. Tal hazaña no fue chica.
José, sin tiara, sin corona, sin cetro, con los sencillos chirimbolos de torear y 14.000 espectadores que salieron de la plaza roncos de vociferar y aplaudir, puso cátedra. Cortó 2 orejas por aclamación unánime.
La gente no se iba. Les había sabido a poco las 6 faenas. Y pidió un 7º toro, José lo lidió, banderilleó y lo mató. Y no le picó porque hubiera perdido tiempo en ceñirse la mona de hierro que, si no, pica también ¡Qué no sabrá esta criatura! ¡7 toros, 2 orejas y la mar con barcos y peces de colores! Al caer el toro, la gente se echó al ruedo y se lo llevó a hombros.
El triunfo de “Joselito” ha sido colosal; pero a mí no me ha cogido de sorpresa. Esta hazaña, de hoy, no la puede realizar más que este torero. Y la realizará siempre que quiera y con los toros que quieran darle.
¿Miura? ¿Palha? ¿Coruche? Los que sean, “Joselito” lleva dentro 2 o 3 “Guerritas” empalmados, y, como corona del ramillete, al gran “Lagartijo”. El tiempo y yo contra el mundo. “Joselito I”, ¡Papa-Rey!”
En la temporada de 1915 “Gallito” toreó 102 corridas. El año empezó con un cartel de aúpa: el mano a mano entre Joselito y Belmonte, juntos por primera vez y en la primera del año. Joselito: Ovación. Oreja. Belmonte: Oreja, ovación y vuelta.
El 27 de junio toreó la 4ª de Feria en Valencia alternando con su hermano Rafael y con Belmonte. Toros de Miura y lleno colosal. Rafael: 2 avisos y bronca. Ovación y oreja. Gallito: Oreja y dos ovaciones. Oreja y dos ovaciones. Belmonte: Palmas. Herida en la frente con el estoquillador. Entra en enfermería, fue trasladado a su casa y se le hizo salir al balcón dos veces, siendo ovacionadísimo.
El 29 de junio fue otra tarde para recordar, o quizá para olvidar. A Joselito se le devolvió su primer toro al corral. Fue de nuevo en la Feria de Valencia, esta vez con con toros de Santa María. Lidió solo con Posada, porque su hermano Rafael se puso de baja. El de Gelves cortó oreja y rabo en su primero. Pero el quinto de nombre “Platero” se la lió. No pudo matarle, le dieron los avisos y tuvo que ser el puntillero el que le dio un sablazo cuando el toro salía de entrebarreras, donde se había colado.
En Andújar, el 4 de julio celebró su quinta encerrona y le cortó siete orejas a los seis toros de Murube. Joselito fue felicitado por “Guerrita” y “Machaquito” que acudieron de espectadores. En su anterior encerrona, el 3 de junio, lidió toros de Medina Garvey en Málaga. Corrida terciada, un poco desigual, suave y manejable. El diestro pinchó 17 veces y no cortó ninguna oreja.
También en julio estuvo magnifico la tarde del 11 en Barcelona. Alternó con Paco Madrid y Larita, despachando reses de Murube, bravos y poderosos en varas. Uno de ellos quedó en corrales y fue sustituido por otro de Medina Garvey. Ese día Joselito se llevó una gran ovación, rabo, vuelta al ruedo y el delirio.
En la Feria de San Miguel Joselito sobresalió en Sevilla, demostrando ser un verdadero Maestro que cada tarde aprendía lo que no estaba escrito. En la del 29 de septiembre quedó por encima de su hermano y Belmonte, siendo ovacionado en ambos toros. Ganado de Miura, bien hechos, con buen tipo, kilos y cornamenta. Al día siguiente tarde inolvidable. Joselito se encerró con 6 Santa Coloma que eran de aplauso, bonitos, inmejorables, para lucirse. Era la séptima vez que se anunciaba con 6 toros… Y vaya si toreó. Y banderilleó y también se lució con la muleta. El quinto fue el sumun, a “Cantinero” le soltó una estocada al volapié puesta en el hoyo de las agujas.
“Sus faenas entusiasmaron al público hasta el extremo de inaugurarse en esta plaza la concesión de orejas para galardonar la faena que José llevó a cabo con el quinto toro”.
El 15 de octubre, mientras se celebraba la 3ª del Pilar en Zaragoza, Joselito hirió de forma accidental a un espectador que se encontraba en el tendido. Fue en el cuarto toro de Trespalacios cuando “Gallito” intentaba descabellar. Pinchó con tan mala suerte que el estoque salió desprendido e hirió de forma grave a un joven bilbaíno. Durante la lidia del toro de Joselito circularon rumores entre el público de que el herido había fallecido y que se suspendiera la corrida. Y aunque el pregonero anunció que era incierto (no estaba contrastado), Joselito mató al toro, se echó a llorar sentado en el estribo y se negó a recoger el premio que le clamaba el público. Afectado el muchacho no participó en la lidia del sexto. Esa tarde también torearon Posada: Palmas. Ovación y oreja. Y Belmonte: Ovación y oreja. Palmas. Volvió a Valencia el 17 de octubre. En el cartel, Joselito “Papa-Rey” se encerraba con 6 Miuras. Según las crónicas su bravura dejó mucho que desear. Aplausos. Ovación y oreja. Ovación y oreja. Ovación y oreja. Pitos. Ovación y delirio.
En la temporada de 1916, Joselito triunfó en el mano a mano con el gran Belmonte que se celebró en el Puerto de Santa María el 26 de marzo. Se lidiaron toros de Santa Coloma. Joselito: Ovación y oreja. Ovación. Ovación y 2 orejas. Belmonte: Palmas y algún pito. Palmas y pitos. Palmas.
También en marzo, esta vez el 9 y en Barcelona, el diestro toreó con Belmonte y Ballesteros 6 toros de Viuda de Murube. Y aunque la corrida empezó con una pitada a los dos diestros sevillanos en pago a su anterior deficiente tarde, el festejo acabó en delirantes ovaciones y la salida triunfal de ambos, aunque Joselito rehuyó con insistencia tan merecida distinción.
Este año de 1916 “Gallito” toreó 5 tardes en la Feria de Abril de Sevilla y no estuvo completo en general. Eso si, siempre un artista y muy oportuno en quites. En la Feria el que la lió fue Belmonte con bichos de Gamero Cívico en la 3ª corrida de Feria.
También en la Feria pero de San Miguel, Joselito dio excelente impresión en las tres corridas. Como ganadería del ferial sobresalió la de Gamero Cívico.
Y hasta aquí este resumen de la tauromaquia de “Gallito” desde 1913 hasta 1916.
Fe de erratas: Corregimos un detalle del anterior capítulo, el toro de la confirmación de Joselito en Madrid se llamó “Ciervo”. Aunque en la revista “Palmas y Pitos” lo llamaron “Cuervo”.