ENTREVISTA A TAQUIO UZQUEDA
Parafraseando al dicho popular “el cazador, cazado”, bien pudiera llamarse esta entrevista: “el entrevistador, entrevistado”. Con motivo de mi exposición ‘El Camino de Santiago en Logroño’ en este mes de abril en la Sala de Arte del Centro Cultural de Ibercaja de Logroño y la publicación de un libro con el mismo título, mis hijas me dijeron, al unísono, si me iban a publicar algo en la revista del Centro Riojano de Madrid. Yo les dije que el que hacía las entrevistas era yo y entrevistarme a mi mismo no me parecía muy correcto. Entonces ellas me contestaron: “eso no es problema, ya te entrevistamos nosotras”. Y aquí estoy siendo el entrevistador entrevistado, para contarles a ustedes mi última exposición y mi último libro que, por supuesto, espero que no sean los últimos. Al mismo tiempo vamos a intentar resumir 42 años de actividad artística en unas líneas, así como contestar lo que me quieran preguntar mis hijas Sheila y Chantal. Las dos tienen oficios relacionados con el mundo del arte, el diseño y las artes graficas, así que creo que saben lo que hacen. Aparte de que me conocen desde que nacieron y los hijos conocen mejor a sus padres que los padres a sus hijos. Estoy tan nervioso como cuando inauguré mi primera exposición allá por el año 1979… o quizás más. Pero es un orgullo para mí que mis hijas me hagan esta entrevista.
Señor Uzqueda, ¿desde cuando pinta usted?
Creo que he dibujado desde siempre. La primera persona que se dio cuenta de mis aptitudes artísticas -exceptuando mis padres- fue mi maestra de parvulitos en el colegio Padre Marín. No recuerdo ni su nombre ni su cara y bien que lo siento -tenía poco más de cuatro años-, pero sí recuerdo que el último día del curso me regaló una cajita de lapiceros de colores. Yo salí de clase tan ‘hueco’ que tenía que ir apartando las aceras de Rodríguez Paterna en dirección a mi casa porque me parecía que no cabía.
¿Quién fue su primer maestro en dibujo?
Mi primer maestro de dibujo fue mi padre, a quien le gustaba mucho dibujar. A mí me encantaba copiar los dibujos que guardaba de su época escolar. Como su trabajo le exigía pasar largas temporadas fuera de casa, en las cartas que mandaba siempre ponía un dibujo a medio hacer para que yo lo terminara, fomentando así con acierto mi pasión por dibujar. Con ocho o nueve años copié una cabeza de Cervantes que él había dibujado de niño y gané un premio en una exposición que se hizo en mi colegio de Los Boscos. Mi segundo maestro fue mi recordado Vicente Gallego, ya en la Escuela de Artes y Oficios.
¿Por qué, mayoritariamente, pinta usted motivos arquitectónicos?
Es probable que mis estudios de delineante y de decorador hayan influido en mi visión del arte y de los motivos que elijo para pintar. O quizás cursé esas dos disciplinas académicas porque ya me atraía la arquitectura. Sea como fuere, uno de los motivos que más he pintado es la ciudad de Logroño y los pueblos de La Rioja, con sus calles, sus casas, sus plazas… utilizando diferentes técnicas como la plumilla, aguada, acuarela, acrílico y óleo. Lo he hecho desde casi todos los puntos de vista posibles y con todas las luces imaginables. Esta exposición ‘El Camino de Santiago en Logroño’ con 21 acuarelas de puntos estratégicos de dicho camino, pretende rendir un homenaje a ese Logroño que conocí de niño y que, como muchas cosas en la vida, van desapareciendo o mutando. Espero que esta pequeña aportación ancle esas vistas en el recuerdo.
Resúmanos su bagaje artístico en estos 42 años de actividad
Nací en 1950, he realizado más de 25 exposiciones individuales y he participado en más de 200 colectivas y certámenes, tanto nacionales como internacionales, habiendo recibido varios premios. Soy autor de numerosos diseños para la industria editorial y de Artes Gráficas. Así como he diseñado numerosas etiquetas de vino, sobre todo de Rioja. En 1999 y con motivo de mi 20 aniversario en el mundo del arte, realicé en el Ayuntamiento de Logroño una retrospectiva de mi obra, a la vez que se editó el libro titulado ‘Paseo Artístico por Logroño’. He ilustrado libros como ‘Historia del Vino de Rioja’ y ‘El Vino de Rioja’. En 2004 realizo en el Parlamento de La Rioja la exposición ‘El Camino de Santiago en La Rioja’ editándose un libro antológico sobre dicha exposición. En 2009 realizo el libro y la exposición: ‘Logroño, Patrimonio Arquitectónico’ con 50 dibujos sobre la ciudad. Soy autor de numerosos murales, entre otros en el Monasterio de Yuso de San Millán de la Cogolla, del que es coautora mi hija Sheila; también en la Residencia Santa Justa o en la 10ª Comandancia de la Guardia Civil de La Rioja. En 2016 expongo en varias ciudades rusas. Mi obra artística aparece referenciada en el tomo XIV del Diccionario de Pintores y Escultores Españoles del siglo XX.
¿Con qué técnica pictórica se siente más a gusto?
He realizado casi todas porque me gusta probar. Empecé con las plumillas luego aguadas, acuarelas, acrílicos y óleos. He hecho también grabados con tórculo, de los de verdad, ahora hay mucha técnica digital que pasa por grabado. Hice serigrafías sobre plancha de seda. En fin, de casi todo. Pero con lo que me siento más identificado es con las aguadas en sepia y con las acuarelas.
Además de pintar le gusta publicar libros
Yo siempre he sido un enamorado de los libros y creo que son unos notarios impresionantes de la historia. Por eso me gusta que tanto mis actividades artísticas, como mis colecciones de ‘Postales y Papeles de Logroño’ o mis columnas en revistas y periódicos locales queden reflejadas en algún libro. Algunos son propios o personales, otros son corales pues, como ejemplo, yo he coordinado ‘San Millán de La Cogolla, Patrimonio de la Humanidad’ en que estamos reflejados 25 artistas riojanos o ‘La Rioja Inabarcable’ con 26 artistas riojanos. O como este último ‘El Camino de Santiago en Logroño’ con 21 acuarelas mías.
¿Cuáles son sus proyectos de futuro?
Seguir disfrutando de vosotras y vuestros hijos, o sea mis nietos, seguir pintando, seguir coleccionando postales y papeles antiguos de Logroño, seguir publicando libros, seguir dando guerra con mi Cofradía de San Gregorio de Logroño y con el Banco de Alimentos de La Rioja… en fin, seguir, seguir, seguir haciendo lo mismo que he hecho hasta ahora.