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Filantropía y espíritu altruista

La riqueza no lo explica todo ni constituye todo contrariamente a lo que piensan la mayoría de la gente, siendo la pandemia la prueba evidente de la interdependencia planetaria y la situación restringida en la cual nos encontramos sumergidos.

Un refrán Massai dice : « Solo vas rápido, juntos vamos más lejos », probablemente sea el espíritu que nos invade en estos momentos de reflexión profunda, de búsqueda de explicaciones a unos hechos repentinos. Por recomendación o por instinto de supervivencia, todos hemos colaborado los unos con los otros usando nuestros recursos de forma generosa con afán de salir de las circunstancias actuales, recuperar y gozar de nuestras libertades por ahora limitadas.

Pero ese cambio importante así como las incertidumbres en las que vivimos  ejercen consecuencias considerables sobre  nosotros y, sin embargo todo no resulta negativo más bien al contrario, esta crisis sin precedente nos anima a cambiar sobre dos planos, colectivamente como ciudadanos e individualmente como un Ser humano.

Por muy largo e interminable que nos parezca el camino a la solución, veremos cómo las nociones de interdependencia explican y de alguna forma consiguen aplacar la crisis con la ayuda práctica de valores como el altruismo, la solidaridad o la  filantropía.

Viajamos a la Grecia Antigua para encontrarnos con la palabra « filantropía », philos: ser amigo de…, luego amar. Antrhopos: el Ser Humano en su universalidad. Y para definirla: el « Amor de la Humanidad », que durante toda la Edad Media, se ha desarrollado y conocido en termino de « caridad » hasta nuestros días.

Un filántropo es un hombre de Luz, que busca activamente los medios de mejorar la vida, la existencia de su semejante con financiación haciendo campañas de colecta, construye viviendas, escuelas, hospitales, ayuda al medioambiente etc… Entre ellos están, la Fundación Bill  y Melinda Gate, Madre Teresa de Calcuta y muchos otros más discretos,  personas anónimas que donan parte de su patrimonio en pro de salvar tal o tal causa por la cual manifiestan sensibilidad.

En otra escala de valores, el « altruismo », la empatía y la solidaridad, no son un lujo sino una necesidad social. La disminución general de las actividades, el aislamiento forzoso así como todas las presiones impuestas por esta crisis pueden ser un puente beneficioso a cada uno de nosotros para desarrollar nuestra vida interior y volver a lo esencial.

Ese lazo social de interdependencia hace que nuestra existencia sea más feliz, más realizada. A veces al altruista le colocan la etiqueta de interesado, de perseguir intenciones ocultas; lamento decepcionarles : el Ser humano es altruista por naturaleza.

National Geographic en sus documentales lo demuestra con el reino animal, cómo la mamá elefanta  socorre al bebé rinoceronte de una muerte segura en el fango o cómo el niño gateando interrumpe su juego para recoger aquel objeto caído accidentalmente, o escolares que se prestan voluntarios sin esperar nada a cambio. los Seres humanos somos verdaderos cooperadores, colaboradores y eso desde la pequeña infancia.

Sin embargo la duración de esta situación de « alarma oficial » está generando consecuencias emocionalmente complicadas que al principio de esta crisis ; el miedo a enfermar, a contagiar a los seres queridos, la incertidumbre, la irritación, la duda sobre la eficacia de las vacunas, el cansancio de la espera, todo eso hace que nuestro estado se desestabilice produciendo  sentimientos de egoísmo, de confusión, causado por las presiones anímicas que padecemos. ¿Cómo ?

La evolución de los mecanismos del estrés se desarrolla en tres fases principales que son:

1.- De « alarma », la sociedad se moviliza, activando las funciones optimas para
frenar el avance.

2.- De « adaptabilidad » generando estabilidad emocional.

3.- Seguir manteniendo el rumbo del recorrido indicado hacia una posible
resolución inalcanzable de momento, termina por provocar agotamientiento,
sentimientos encontrados, emociones contradictorias del bien o altruismo y del
mal o egoísmo, la esperanza torna a la desesperanza.

Entonces mientras dure esta situación del crucero, deberíamos tal vez  darnos la ocasión de redescubrir esa bondad humana en nosotros mismos, porque la empatía es una resonancia afectiva.

El acto de « donar », hacer donativos de cualquier tipo, se encuentra siempre en el corazón de lo que se llama filantropía. Es un catalizador de generosidad, porque se trata de un asunto de todos. Nuestra sociedad no avanzará si cada uno de nosotros, particulares o empresas, no toman su parte en la construcción del bien común.

El altruismo es una herramienta poderosa de fomentar y poner en práctica porque incorpora la cooperación en contra de la competición.

Las investigaciones científicas sobre el cerebro en estado compasivo sin cargas religiosas, muestran que cuando uno se siente altruista, benévolo, amable, se activa la parte del cerebro relacionada con el bienestar emocional en general, porque lograr el bien del otro, logras el tuyo propio.

Matthieu Ricard, monje Budista.

Saky Kaje
CEO en Novamotions PNL

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