La interprofesión del Vino de España: datos y cifras del sector vitivinícola español
1.- La Interprofesional del Vino de España (OIVE)
El mundo del vino ha intentado desde hace tiempo conseguir un marco dentro del cual las organizaciones profesionales del sector tuvieran un foro, con un reconocimiento de representatividad de cada una de ellas, objetivo, aceptado por todos, y que fuera una palanca para trabajar por los intereses comunes.
Tal aspiración se materializó en 2014, al amparo de la Ley 38/ 1994 reguladora de las organizaciones interprofesionales agroalimentaria, con la constitución de la Interprofesional del Vino de España (OIVE) como Organización sin ánimo de lucro que agrupa a las entidades representativas de la cadena de valor del sector vitivinícola español.
La OIVE cuenta con una estructura compuesta por las principales organizaciones representativas del sector vitivinícola a nivel nacional, tanto en la rama de la producción (con una representatividad de un 84%) como de la transformación/comercialización (con una representatividad del 87%):
Rama productora:
- Cooperativas Agro-Alimentarias de España
- Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA)
- Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG)
- Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA)
Rama transformación y comercialización
- Cooperativas Agro-Alimentarias de España
- Federación Española del Vino (FEV)
- Asociación Empresarial Vino de España (AEVE)
(Nota: Las cooperativas figuran en ambas ramas atendiendo a su doble actividad como productoras de uva y elaboradoras/ comercializadoras de vinos)
Su creación responde a la apuesta en común para contribuir a promover, defender y dar valor al vino como alimento imprescindible de la Dieta Mediterránea, valorando su papel como pilar fundamental de nuestra economía, de su historia, cultura y gastronomía, decisivo por otro lado en el sostenimiento del medio rural. Además, el compromiso de la OIVE es transmitir a la sociedad estos valores.
Entre las funciones de la OIVE está la de llevar a cabo actuaciones que permitan mejorar el conocimiento, la eficiencia y la transparencia de los mercados, en especial mediante la puesta en común de información y estudios que resulten de interés para sus socios.
Cumpliendo con esa misión, en 2020 ha encargado un ambicioso estudio sobre “Importancia Económica y Social del Sector Vitivinícola en España” que fue presentado en noviembre del pasado año.
2.- Importancia Económica y Social del Sector Vitivinícola en España.
Pasamos a destacar un resumen de los aspectos más importantes que destaca el Estudio:
El sector vitivinícola español cuenta con una privilegiada posición en el contexto internacional, siendo líder en superficie mundial de viñedo, con unas 950.000 has, de las que son responsables 560.000 viticultores, y tercer productor de vino a escala global, con una producción media anual correspondiente al último quinquenio cercana a los 38 millones de hectolitros.
El vino es un importante exponente del sector exterior español. No en vano, España es el principal exportador mundial, en términos de volumen, y el tercero, en valor.
Los productos vitivinícolas españoles están presentes en 189 países, de los cuales 86 realizaron compras superiores al millón de euros en 2019. Las exportaciones españolas de productos vitivinícolas superaron los 3.000 millones de euros en 2019, situándose el vino en el top-5 de los principales productos exportados por la industria agroalimentaria española. Además, la balanza comercial vitivinícola ha mostrado tradicionalmente un amplio superávit para España.
La cadena de valor del sector vitivinícola en España engloba desde el viticultor hasta el comercializador del vino (producto terminado), así como a toda una serie de actividades suministradoras (industrias del corcho, madera, vidrio, productos enológicos, fitosanitarios, logística y transporte, publicidad, etc.). Supone un importante peso en la economía nacional, generando un Valor Añadido Bruto (VAB) total superior a los 23.700 millones de euros anuales, equivalentes al 2,2% del VAB nacional. Además, su aportación económica a las arcas públicas es superior a los 3.800 millones del de euros anuales y a su alrededor se crean más de 427.700 empleos de forma directa e indirecta.
La producción vitivinícola se extiende a lo largo de toda la geografía española. La rica cultura vinícola española se traduce en una gran diversidad de oferta de vinos, con 97 denominaciones de origen y 42 indicaciones geográficas protegidas, que son la punta de lanza cualitativa del sector.
Una actividad generada por el sector del vino que alcanza cada vez mayor dimensión e importancia es el enoturismo, es decir aquel tipo de turismo dedicado a dar a conocer, gestionar y potenciar la riqueza vitivinícola de una zona determinada. Dicha actividad generó un volumen de negocio superior a los 256 millones de euros en 2019, alcanzándose los 3 millones de visitantes, según datos facilitados por la Asociación de Ciudades del Vino (ACEVIN). Dicho número de visitantes triplica al registrado en 2008, habiéndose desarrollado en los últimos años múltiples infraestructuras, para dar soporte a la actividad ecoturística, que también revierten positivamente en las comunidades y territorios implicados. Además, su baja estacionalidad en comparación con otros productos turísticos, lo hacen interesante como fuente de actividad socioeconómica sostenible, para muchas localidades, sobre todo del interior.
Finalmente, el sector vitivinícola español aporta, asimismo, más de 120.800 hectáreas de viñedo ecológico para vinificación, es decir, un 13,1% de la superficie total de viñedo para vinificación existente en España; del que se obtendría una producción ecológica estimada en algo más de 441.000 toneladas. De esta forma, el viñedo ecológico responde por el 5,1% del total de la superficie ecológica cultivada a escala nacional, con una actividad industrial vinculada a la producción ecológica vegetal que es desarrollada por unas 1.152 bodegas y embotelladoras.